Escrito así parece un galo del poblado de Astérix, pero en su forma correcta (Reaganomics = "Reagan"+"economics") es el nombre que la sabiduria popular puso a las medidas puestas en marcha por ése pésimo actor y cowboy descerebrado (perfecto antecesor de Bush) para salvar la economía estadounidense y que dejaron en condiciones paupérrimas a las (cómo no) clases más desfavorecidas de esa "land of the brave, home of the free".
Él fue el que empezó una nueva fase en la carrera armamentística peliculeramente llamada "Guerra de las Galaxias" y el que definió a la Unión Soviética como "El Imperio del Mal" (¿no os recuerda sospechosamente a algo?).
Pueden irse ya, pero aún hay más.
También fueron él y su gabinete de asesores los que consideraron una idea estupenda vender armas a Irán (para poder seguir masacrándose con sus vecinos de Iraq), y así sacar fondos con vistas a financiar la "contra" nicaragüense, una guerrilla de mercenarios ultra-derechista cuyo objetivo era derrocar al gobierno sandinista.
Pero no todo en este fascista era malo, cómo nos recordaba ayer su querida esposa en la revista TIME: "Jamás olvidó rezar en silencio en el momento del despegue y del aterrizaje". Delicioso.
Éste señor murió anteayer tranquilamente en su cama, sin dar cuentas de nada y más feliz que unas pascuas.
Bueno, sólo quería que lo supierais.