25 de nov. 2004

Democracia incompleta

Hay veces que alguien lo dice mejor que nadie. En La Escuela Moderna somos grandes seguidores de Vicenç Navarro, el preclaro catedrático leftie que publicó el imprescindible Bienestar insuficiente, democracia incompleta para Anagrama. Navarro es uno de esos tipos que resume con claridad y sin miedo lo que hay en muchas de las cabezas de izquierdas del país, cabezas que no consiguen encontrar afinidad alguna con los puchinelis de la política profesional, cabezas que se preguntan por qué no se habla en este país de determinadas cosas y cuál es la hidden agenda de los medios de comunicación. Al igual que Haro Tecqlen, Navarro es una de las únicas voces independientes que logran filtrarse en la prensa mainstream y que exhibe un valeroso discurso de verdadera izquierda con el que es imposible no sentirse identificado. Desde La Escuela Moderna os invitamos a que leáis su artículo y compréis su esencial libro.


La falta de análisis críticos sobre la Monarquía, el Ejército y la Iglesia debilitan nuestra democracia.
Vicenç Navarro Catedrático de Políticas Públicas de la Universitat Pompeu Fabra

Un síntoma de la gran debilidad de la democracia en nuestro país es que, 25 años después de ser establecida, continúan habiendo tabús en los medios de información (y persuasión) televisivos, temas sobre los cuales estos medios pasan de puntillas, sin analizarlos críticamente. Entre ellos están la Monarquía, el Ejército y la Iglesia. Permítanme que haga una lista de hechos que en una sociedad democrática habrían sido sujetos a análisis críticos y que no lo han sido.
Referente a la Monarquía, existen los siguientes hechos:
Uno, cuatro consejeros económicos de la Casa Real bien conocidos y de los cuales el Monarca ha hecho gala de amistad, Javier de la Rosa, Manuel Prado y Colón de Carvajal, José María Ruiz-Mateos y Mario Conde (del cual el Monarca dijo que era su mejor asesor económico), han terminado en la cárcel sin que nadie haya investigado la relación entre estos asesores y el Rey.
Dos, el Monarca recibe constantemente regalos (incluyen desde yates y palacios a coches lujosos para su uso personal) de grupos empresariales y de personas que intentan influenciar las intervenciones públicas del Monarca sin que estén reguladas este tipo de transacciones, habiéndose el Rey opuesto a la propuesta del anterior Gobierno socialista de regularlas.
Y tres, el Monarca ha pedido, en el pasado, fondos a dictadores que gobernaban países árabes --como el Sha de Persia-- para apoyar a partidos conservadores en España --como la UCD de Adolfo Suárez-- e impedir la victoria de las izquierdas, y podríamos continuar con un largo etcétera.
Cada una de estas realidades han sido citadas y documentadas en distintas fuentes. Ninguna de ellas, sin embargo, ha sido comentada en los medios televisivos del país, de donde la mayoría de la ciudadanía obtiene su información fundamental sobre la vida política. Tal silencio sería impensable en otras democracias, más completas y más libres que la nuestra.
Lo mismo ocurre en cuanto al Ejército, que no ha denunciado a los generales que protagonizaron el golpe militar de 1936, tal como un Ejército de un Estado democrático hubiera hecho. En realidad, se presenta como heredero de aquel Ejército golpista, oponiéndose al homenaje a los militares del Ejército que apoyaron a la República y que fueron asesinados por los sublevados por su lealtad a un Gobierno democráticamente elegido. Es más, las Cortes españolas no establecieron una comisión para averiguar la trama (todavía desconocida) detrás del fallido golpe militar de 1981 en el que participaron elementos importantes del Ejército, que no está constitucionalmente bajo un mando civil sino que su jefe máximo es el Monarca, el cual no ha jurado la Constitución. Tal situación de falta de actitud crítica hacia estos hechos en los medios televisivos es otro indicador de nuestra democracia incompleta.
La otra institución que raramente es sometida a crítica en los medios de información televisivos es la Iglesia católica. Su participación en la brutal represión que tuvo lugar durante e inmediatamente después de la mal llamada guerra civil (que fue en realidad un golpe militar en contra de un Gobierno democráticamente constituido, llevado a cabo por intereses corporativos que representaban un sector minoritario de la población) y su papel central en la reproducción de la dictadura franquista, no han sido analizados en ninguno de los medios televisivos públicos o privados.Las críticas que se realizan a tal institución, que aparecen sólo en medios de información progresistas, se limitan a cuestionarla por su comportamiento actual cuando intenta imponer sus valores religiosos y morales al resto de la ciudadanía. Pero muy raramente aparecen reportajes radiofónicos o televisivos o denuncias escritas documentando cómo tal institución impuso sus valores a través de una brutal y sangrienta represión, que tuvo especial intensidad contra los maestros que enseñaban los valores democráticos a la juventud española durante la República.Excepto el excelente documental de los campos fascistas de exterminio en Extremadura por la televisión española, no ha habido ningún otro programa televisivo en España que analizara la enorme brutalidad del franquismo, tanto durante la mal llamada guerra civil, como durante la dictadura, brutalidad que contó con el apoyo activo del Ejército y de la Iglesia. Programas como Els nens perduts del franquisme o Les foses del silenci, galardonados por la televisión europea, no son todavía conocidos por los telespectadores españoles, excepto en Catalunya, en el País Vasco y en Andalucía (a la una de la madrugada).
Pero ni en Catalunya ni en el País Vasco se ha analizado televisivamente el papel de la Iglesia católica en la represión franquista. Hacerlo no sería, como erróneamente lo ha interpretado el vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Fernando Sebastián, un revanchismo contra los vencedores de la guerra civil (revancha sería que se pidiera que se les hiciera a ellos lo que ellos hicieron a los vencidos), sino la recuperación de la historia real del país con el consiguiente reforzamiento de la democracia. Contribuiría a ello si la Iglesia pidiera perdón al pueblo español por su apoyo a la dictadura, lo cual dudo que haga, pues no detecto conciencia de error en sus proclamas.
¿Hasta cuándo continuará la existencia de estos tabús, mostrándose lo enormemente incompleta que es nuestra democracia?Soy consciente de que hay una gran resistencia por parte de las fuerzas progresistas a recuperar la historia real de nuestro país, evitando el enfrentamiento con tales grupos de poder. Pero deberían ser conscientes de que tal resistencia implica la reproducción de una cultura conservadora que está dañando a la democracia española, obstaculizando que se recupere la memoria histórica y con ella se establezca una cultura progresista alternativa.El mejor indicador de este coste es que, según una encuesta reciente de valores en la Unión Europea, España es uno de los países de la UE-15 donde la Monarquía, el Ejército y la Iglesia están mejor valoradas, mientras que los partidos políticos y los sindicatos están entre los peor considerados.¿Hasta cuándo las fuerzas progresistas no descubrirán el coste de su silencio?

4 de nov. 2004

El.leccions from hell

Deixo pas a la nostre corresponsal als Estats Units. Recordeu que els teclats d'allà no tenen ni accents ni c trencades ni res. Maria, quina es la teva visió de les eleccions americanes?

Ahir a la nit vem arribar a casa els nostres amics de DC despres de passar cinc dies a NY. L'ambient, tant ahir com avui, es com si no estigues passant res. A Barcelona vem viure les ultimes eleccions (tant decissives com aquestes) amb la sensacio que alguna cosa podria canviar. Aqui, realment sembla que molta gent ha perdut l'esperansa, i ni tan sols es molesten en votar. Tambe s'ha de tenir en compte que la majoria de gent jove viu fora del seu estat d'origen i no estan empadronats a la ciutat on viuen, per tant, el proces es fa molt mes complicat i sembla estigui fet espressament perque nomes votin els de sempre. Aquest any hi ha hagut moltes campanyes per intentar que voti tothom, sobretot destinades als
joves i als negres. La campanya perque els negres votin anomenada VOTE OR DIE consistia en cartells gegants en els que celebritats com Naomi Campbell, Puff Daddy (si, es trist que sigui ell, pero s'ha passat els dies previs al dia D sortint a programes i intentant que la gent negra votes), Lil Kim, Pharrell, i tots els personatges mainstream d'aquesta comunitat portaven samarretes amb el penos slogan. Pels joves hi hagut tota l'extranya campanya que relacionava el sexe amb les votacions (com si fos l'unic que ens pogues atraure) i desenes de sub-campanyes alternatives basicament anti-Bush i que ni tan sols anomenaven al sempre desapercebut Kerry. Pero tot es en broma, Bush fa riure, no fa por, i tot es basa al voltant de llibres amb les seves frases mes gracioses, samarretes amb tonteries mitiques com allo de l'entrepreneur i els francesos, acudits de stand-up comedians... Nomes una part molt petita de la poblacio fa fanzines o llibres que realment alerten del gran perill que pot suposar seguir tenint aquest home al capdavant del pais mes poderos del mon. A mi em sembla que hi ha moments en que certes coses deixen de fer riure (com aquelles fotos de Bush fent veure que buscava els inexistents missils iraquians als calaixos del seu escriptori, en broma,
clar), pero aqui sembla que mai arriba aquest moment. Tot acaba sent caldo de Jay Leno i acudits avorrits per explicar a la taula durant el sopar.
Ahir molta gent estava trista i parlaven de mudar-se a un altre pais, com molts deiem que fariem si tornava a guanyar l'Aznar. Avui hem vist una mena de manifestacio de 5 persones (sense exagerar) a una plasa, pero ningu se'ls mirava. Aixo es tot el que ens ha fet notar que
hi havia hagut unes el.leccions. Fa molta por pensar en la cantitat de gent que segueix recolzant a aquest home, i no em puc imaginar que pot arribar a passar en els proxims 4 anys. Estem a una ciutat on el 90 % de la poblacio ha votat per John Kerry, i ens imaginavem que avui hi hauria alguna revolta i tornarien a cremar una part de la ciutat (les seves propies cases) com quan va morir Martin Luther King, pero no ha passat res. No hi ha por ni desesperacio enlloc, nomes una mica de molestia, pero com diuen alguns aqui (els mes "d'esquerres" que coneixem), tampoc passa res, les nostres vides seguiran sent iguals.
Maria Amat. La Escuela Moderna, Washington

3 de nov. 2004

Parecon, Parecon!

No se si a todos os pasa como a mí pero a menudo, leyendo teoría política, muchos de los términos y soluciones alternativas al capitalismo (que en esto sí doy por supuesto que todos los que parais por aquí a echar una ojeda estais de acuerdo en que estamos TOTALMENTE EN CONTRA) me suena todo un poco anticuado y que no se adapta a los problemas o a la manera que tenemos de enfrentarnos a los más y los menos de nuestras vidas desde una óptica libertaria y justa y honesta y humana (que no humanista, ya que como dice Vonnegut "He descubierto que un humanista es una persona que tiene un gran interés por los seres humanos. Mi perro es un humanista" ). En fin, que no ves claro como funcionaría la cosa si hicieramos caso a los primeros anarquistas (de los que ya hace más de un siglo) o a los crustie-punks y abolieramos el dinero. ¿El trueque me decís? Uf, no sé. ¿A cuantas gallinas debe equivaler un ordenador? ¿O cuantas lechugas me pedirán por ese maxi-single de McCarthy? No me acaba de convencer, la verdad.
En cambio hay unos tios que han buscado una alternativa al sistema que nos oprime el pecho día a día: el PARECON o economía participativa que "es el nombre de un tipo de economía propuesta como alternativa deseable al capitalismo. Los autores de esta propuesta son Michael Albert y Robin Hahnel. Los valores que intenta conseguir la economía participativa son: equidad, solidaridad, diversidad y auto-gestión participativa. Las formas institucionales para conseguir esto incluyen la democracia directa, los complejos de trabajo equilibrados, la remuneración acorde al esfuerzo y sacrificio, y la planificación participativa". Ya hay algunos colectivos y sellos discográficos (que no olvidemos que por muy punkis que sean, son negocios) en Canadá que están organizados con la vista puesta en el Parecon como base. Por ejemplo, el G7 Welcoming Comitee.
Yo aún no me lo he podido estudiar a fondo, pero lo tengo en "Favoritos" para cuando me quede solo en la copisteria imprimirlo y hacer copias para todos mis amigos. Podeis hacer lo mismo en inglés aquí o en castellano allí.