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Afortunadamente, tirando de la manta está Dejar de pensar. Escrito en tono irónico, pretendiendo defender el escaqueo posmoderno, la obra recuerda a aquel Informe verídico sobre las últimas oportunidades de salvar el capitalismo en Italia que firmaron Sanguinetti y Debord en 1975 fingiendo ser democristianos convencidos. Dejar de pensar se opone “a una “resignación postmoderna, escéptica y nihilista” y denuncia la “inconmensurable traición del PSOE a la clase obrera”. Los autores reiteran que este abandono del marxismo (esta “inercia deliciosa”) no es “el advenimiento de una nueva era postmoderna, [sino) la lógica misma del sistema capitalista”. El tiro al blanco de la obra pone en su objetivo a sociatas y ex-progres renacidos en cínicos empresarios, e insiste testarudamente en la idea marxista de que el presente sistema se basa en realidades “perfectamente explicables” como la plusvalía y el carácter privado de las empresas. Dejar de pensar da algo de miedo, porque funciona hoy igual que en 1986. Dejar de pensar sirve precisamente para volver a pensar (como un marxista o, simplemente, como alguien razonable) y, como tal, es vital en los tiempos que corren.
Kiko Amat
Dejar de pensar
Carlos F. Liria y Santiago Alba Rico
Edición digitalizada
http://www.rebelion.org/docs/74299.pdf
(Artículo publicado originalmente en el suplemento Cultura/S de La Vanguardia del 18 de febrero de 2009)