¿Cuál fue el primer disco que compraste y a qué edad?
El primer disco de vinilo fue la BSO de Quadrophenia, a los 13 años. Para entonces ya había amasado toneladas de cintas de los Who. Mi primer CD creo que fue un Best Of de Humble Pie pillado por 200 lúas en el Simago debajo de casa, también a los 13 años.
¿Cuál ha sido el último?
En single: por fin, el "Cha-Cha Twist" de Brice Coefield en Madison Rds. En elepé: la versión de-luxe con temas inéditos del Let’s Get it On de Marvin Gaye y un elepé con grabaciones del 46 de Dizzy Gillespie. En EP, los de Negativos y Brighton en Studio 54.
¿Qué estás coleccionando en estos momentos?
Fundamentalmente, más que coleccionar, lo que hago es acumular morralla de 50s / 60s R&B y 60s Soul y algo de Jazz (básicamente Hard Bop). Ni mucho menos son los únicos estilos que me gustan, pero no hay dinero, tiempo y espacio para todo y así tengo un poco arrinconados otros géneros como 70s-80s Soul, Psych Beat & Acid Rock, Funk, Latin, Brazil & Boogaloo y Power Pop y Punk.
¿Cuál es tu hallazgo más precioso? ¿Qué disco consideras la joya de tu colección?
No me decantaría por uno u otro, la verdad. Hay discos que me hace mucha ilusión tener porque los deseé durante mucho tiempo y logré hacerme con una copia barata (o más barata de lo que se ven por ahí), y hay discos que –directamente- no es que sean especialmente caros, pero a cuyo lado he pasado mucho, mucho tiempo y muchas cosas, y les tengo un cariño especial. Son muchos, en todo caso.
¿Artwork y portadas favoritas?
En este sentido, creo que la tripleta Prestige-Impulse-Blue Note se lleva el gato al agua. También me encanta el artwork de Motown en los 60. De todos modos desde los 50 hasta el Punk creo que hay muchísima cosa remarcable (portadas, galletas, Company sleeves…) y listar todo lo que me gusta sería a decir poco plomizo.
¿Cómo tienes ordenada tu colección?
Por estilos y en orden alfabético, los elepés. Por estilo en cajas, los singles. Los 10” son poquitos y no requieren ningún orden. Los posavasos no los considero discos. Y los K7s son poquísimos y casi todo maquetas de grupos mod /60s de los 80 y 90.
¿Sabes cuántos discos tienes?
Bufff no, no los he contado nunca. Sí que cuando me mudé, para volverlos a ordenar todos, me tiré cerca de 6 horas.
¿Cuentas CDs?
No, están a la misma altura de las cintas vírgenes cuando todos hacíamos uso de ellas. Útiles a veces (sobre todo en el coche), feos y más bien anecdóticos. Me jode que cosas como el 1º de Loved Ones, el 1º de Bart Davenport en solitario o cosas de indie Soul de ahora no haya otra manera de tenerlas si no es en posavasos.
¿Cuál es/era tu tienda de discos favorita?
Suelo pasar por Daily y las colecciones de Soul y Funk que están trayendo últimamente han incrementado mi nivel de visitas. De hecho, Daily y Discos Juandó son las únicas tiendas a las que acudo regularmente en busca de discos, junto con la casa de Edu. Por lo demás, como buen barcelonés, me he pasado la juventud removiendo cubetas en Edison’s, Wah-Wah y Revolver como si no hubiera habido un mañana. Hoy en día confieso que el grueso de mis adquisiciones las realizo a través de la red.
Cuéntanos el episodio más memorable de tus días de cazador de discos (un timo, un error, un triunfo, un encuentro, un robo, una conversación...)
Anécdotas las hay a patadas, pero es que soy de contarlas en la barra de un bar delante de unas birras. Normalmente soy un tío que suele irse por las ramas, y hablando se disimula mejor que escribiendo. Que una anécdota me dure tres quintos no impacta tanto como que me dure tres cuartillas.
¿Ha cambiado tu perspectiva del coleccionismo de discos desde la aparición de Ebay y la compra por Internet?
Completamente. Tienes acceso a una cantidad de discos que, de otra manera, no tendrías… o ni siquiera conocerías. Sinceramente, es probable que si yo fuera inglés o yanqui me habría puteado a saco, porque eBay significa subir el precio de cosas relativamente fáciles de encontrar debajo de casa, y poner al alcance de millones de personas discos que antes sólo estaban al alcance de pocos miles, centenares o incluso decenas de anoraks enfermos como uno. Pero yo ya sé que por mucho que me llene de mierda los dedos en las cubetas del Mercat de Sant Antoni o de cualquier tienda de por aquí, difícilmente me saldrá un single de R&B de King o Bethlehem. Y, por barato y obvio que sea, ese disco sé que me lo tendré que ir a buscar fuera. Desde luego, la llegada de eBay y sucedáneos creo que ha alterado la percepción de todo el mundo que, de alguna manera u otra, colecciona cosas.
Además (y perdón si me alargo con la respuesta), celebro el advenimiento de este tipo de tecnologías y canales para conseguir discos, ni que sea por ver el final del monopolio del tendero de discos as we knew it. Sanseacabó pagar morteradas innecesarias y aguantar vaciles de según qué tenderos, cuya relación era la de yonqui con mono galopante VS camello privo del menor escrúpulo.
¿Aireas tu colección? Es decir: ¿Pinchas discos o realizas una actividad didáctica similar?
Co-organizo el Boiler rhythm & soul club, a punto de cumplir 8 años de actividad, junto a Cristina Alonso y Jordi Duró. También estoy metido en la organización de un nuevo proyecto de mod club barcelonés, Le Clean Cut, con Albert Petit, Lluís Cardenal y Sara Ramos. Además, colaboro activamente con varios fanzines y alguna revista, actualizo el blog del Boiler y ando metido en un proyecto (siempre musical) que espero vea pronto la luz y del cual informaré puntualmente si tot va bé. También pincho aquí y allá, aunque confieso que cada vez menos, porque ya no me hace la misma ilusión meterme en cualquier bareto a pinchar, ni me suelen compensar el esfuerzo los magros cachets pagados por ahí. De todos modos sí: sigo disfrutando cuando comparto, ni que sea por media horita, la música que me gusta con gente que la baila y goza en una pista de baile. Y si por ello tengo barra libre, más.
(La serie Coleccionistas de La Escuela Moderna fue interrumpida en el año 2009 tras 23 entregas, para dar paso a la serie Pioneros. Hoy la recuperamos en una segunda etapa que inaugura nuestro #24: Alberto Valle es el lechuguino señor que organiza todos estos clubs que menciona aquí arriba, especialmente –por acercarse a lo mítico- El Boiler Club. Signor Valle es un longevo modernista de la 5ª generación condal –estamos contando así, a ojo- y aquí somos incapaces de imaginarle en bata Lebowski y calcetines “Juanito”, así de lindo y pulcro va siempre. Su colección y gusto en disquetes también es memorable, como podrán comprobar si se acercan a alguno de sus eventos. Nos honra tenerle aquí hablando de canciones y colecciones)