Hoy mientras me comía un arroz a la cubana de mentira (el que hacemos aquí, arroz + huevo frito + tomatefritoSolís), viendo al Francino dar las noticias me ha empezado a dar un chungo emocional. He visto lo de los que querían volar la Audiencia Nacional, en lo que discrepo un poco con mi hermano, ya que cualquier cosa que quieran hacer esos fanáticos religiosos me acojona bastante, y luego he visto las imágenes de lo de Atocha para, seguidamente ver cómo recordaban que hace un año aprox. empezaron las masacres que el evangelista loco Bush ha hecho en Irak. Me ha vuelto a entrar la melancolía de ese famoso 11-M, pensando en la estupidez que comporta tanto que mueran 200 currantes que suficiente desgracia tenían con ir a currar a las 8 de la mañana como que revienten a 100 irakies que celebraban una boda. Y luego me ha llamado mi señora y le he hablado un poco descorazonado y le he dicho que quiero estar todo el día con ella por si nos matan algún día que sea juntos. También he acabado de leer From Hell de Alan Moore y he releído Monozine, un fanzine muy bueno que compré hace tiempo en Washington que va todo de gente, en éste caso de grupos como Fugazi, Mudhoney, Make-Up, etc, contando accidentes y enfermedades. Tdo esto me ha hecho recordar que el fondo no somos más que carne picada, agua y caca por dentro. Si, lo sé. Hasta aquí horrible y deprimente y desesperado y asqueroso. Esto es el ying.
Pero al mismo tiempo vivo día a día el Yang: los últimos discos que he comprado me ponen de un buen humor tremendo, y aqui me repito, ya lo ha dicho mi hermano: los dos últimos discos galopantes de los Hiddden Cameras, las canciones para subirse a un manzano de Beat Happening, los Rogue Wave de Zach Rogue, y el de los Shins que me lo he re-comprado en vinilo para abrir la carpeta encima la mesa y mirarlo desde lejos, los Jasmine Minks, que los lectores de La Escuela impresa ya conoceis, el primero de Alternative TV, etc.
Por otra parte ya estoy haciendo los tramites (pasaporte con todos los nuevos requisitos exigidos por los yanquis) para ir a NYC a pasarlo chupi, a querer a mi señora, comprarme ropitas, disquitos y libritos, se prepara un fin de semana con todos los excesos (comer, beber, Comet Gain…) en Andorra (no, no os voy a traer mantequilla, ésta está en Teruel), también sigo inmerso en la elaboración de mis artículos y de la maquetación de La Escuela Moderna y, en resumidas cuentas, creo que soy bastante feliz.
Ya está, sólo quería compartir ésta esquizofrenia esquizoide (valga la redun) con vosotros.