22 de febr. 2011
Yo Fui #9: Ricky Brighton
¿Dónde estabas tú en el 77?
A mis doce años, iba al colegio, en verano viajaba en coche con mi familia (una vez llegamos hasta Hungría, aunque creo que era más pequeño), leía libros y escuchaba los discos que había en casa, veía Aplauso por la tele…
Eres de los primeros mods certificados en tu ciudad. ¿Cómo, cuándo y por qué entraste en contacto con tu subcultura? ¿Y a qué edad firmaste?
Seguro que no fui el primero, pero surgí por generación espontánea, pues por entonces no había visto todavía ningún mod en Barcelona. Tenía dieciséis años y ocurrió en Londres durante un concierto de los Purple Hearts en un pequeño club al que había acudido en solitario, tras huir con nocturnidad de la familia que me hospedaba en su casa del barrio de Wimbledon. Pero quiero dejar claro que antes de hacerme mod ya era un fanático obsesivo de los Who y de los Jam.
¿Formaste parte de algún otro culto antes del mod, o fue éste tu primer amor?
Fue mi primer amor, pero me gustaban muchos otros grupos que no eran nada mods.
¿Qué recuerdas del momento concreto en que pasaste a ser Uno de Ellos?
Fue bonito, aunque no lo compartiera con nadie. Eso me hacía más único. Al día siguiente me compré algo de ropa y la estrené muy orgulloso, me sentía bien en el vagón de metro…
¿En qué situación recuerdas que se encontraba la cultura popular, o la subcultura del rock’n’roll, cuando tú te empezaste a sentir atraído por ella?
A nivel internacional, el punk acababa de morir y todas sus secuelas (algunas de ellas apasionantes) estaban en pleno apogeo. En Barcelona, ya estaban apareciendo los primeros grupos que desafiaban sin ser muy conscientes un panorama muy anquilosado, con las primeras propuestas “independientes”. Era un momento de clara efervescencia.
¿Cuál era la reacción de la gente corriente a tu imagen? ¿Violencia, pitorreo, asombro, admiración...?
Asombro con algo de pitorreo por parte de los mayores. Desprecio con algo de violencia por parte de algunos contemporáneos.
¿Existían, según lo recuerdas, enemistades entre las distintas bandas juveniles?
i hablamos de principios de los 80 en Barcelona, los punks y los rockers eran enemigos de los mods, y los quinquis eran los que realmente podían hacer daño. Pocos años más tarde, punks ya no había, los rockers y los mods eran amigos y los que hacían daño eran los skins fachas.
¿Se diferenciaba mucho el ambiente mod de extrarradio del urbano?
Sé que hubo bastantes mods solitarios y abandonados en los lugares más alejados. En el extrarradio de Barcelona, los mods eran tal vez más fiesteros y bestias que nosotros, pero confraternizábamos sin problemas. Claro que hablo desde mi posición de “Ricky Brighton”, es decir, de un respeto y generalizado por parte de todos hacia mi persona.
¿Cuándo y cómo recuerdas empezar a sentirte acompañado? Es decir: ¿Cuando empezaron a afiliarse nuevos miembros a tu club? ¿Quiénes eran?
Fue muy curioso porque el mismo día que volví a Barcelona convertido en mod, conocí a un montón de mods en el concierto de Ian Dury, Tequila y Telegrama en la Festa de Treball. A partir de aquel día me sentí muy bien acompañado, ¡aparte de que mi hermano también se había vuelto mod! Los que conocimos aquella noche: Jorge Lorente, Álex Tejero, Alfredo Calonge, Juan Carlos, Luisja, Karim, Ferran… Y poco después, Felipe, Ringo… Qué fuerte, me estoy dando cuenta de que casi todos los nombres eran en castellano. Qué época tan rara… y qué gente tan fabulosa.
¿Puedes definirnos tu look en tu época de mod primerizo?
La americana de rayas comprada en Carnaby me la ponía mucho, sobre todo en los primeros conciertos. Mi abuelo materno me regaló varios trajes que mi abuela paterna me cosió para que me encajaran, aunque las americanas ya me iban perfectas. Llevaba muchas chapas en las solapas. También tejanos y bambas John Smith blancas. Tenía dos camisetas de los Jam y una preciosa de Marilyn Monroe.
¿Cuáles eran tus pasiones entonces? ¿Qué discos te chiflaban?
Tocar en el grupo era una pasión a veces frustrante, porque andábamos a tientas sin saber muy bien cómo hacerlo, a la vez que quemábamos etapas a una velocidad alucinante. El apoyo tan incondicional de los mods era emocionante y alentador. Al principio me alucinaron los discos de los Who, Rolling Stones, Small Faces y Kinks. Toda la discografía de los Jam. The Chords, Lambrettas, Purple Hearts, Dexy’s. Paul Collins Beat y The Knack. Singles de Protex y Dolly Mixture. Luego compré muchos discos de soul de la discográfica Kent y de blues de Charly Records y otras. Tamla Motown. Un poco más tarde, me encantaron los Barracudas y los Prisoners. La lista sería interminable.
¿Bailábais?
Al principio poco, luego mucho, aunque los demás solían bailar siempre más que yo.
¿Había muchas chicas, o lo recuerdas como un entorno más bien masculino?
En los primeros días no había ninguna. Era MUY masculino. Luego aparecieron modettes como Gemma, Angie, Charo, la Taxi… Cuando algunos conseguimos tener novia, no solían ser mods pero participaban tranquilamente de nuestros numerosos “eventos”.
¿Todavía te sientes mod? Si la respuesta es no: ¿Por qué te distanciaste de tu subcultura?
Sí. Aunque lo siento como una contradicción, porque siempre lo he relacionado con un movimiento post-adolescente y ver a algunos mods entrados en años me resulta extraño. Siempre seré mod.
¿Qué piensas de las generaciones que han continuado la tradición en las décadas posteriores?
Fantástico. Adelante. Cuando nosotros empezamos en Barcelona, surgíamos de la nada más absoluta. Ahora ya es un hecho demostrado que cada año surgirá un nuevo mod de 17 años en algún instituto de la ciudad.
(No tiene sentido tratar de camuflarlo: Ricky era uno de nuestros ídolos de infancia. Alto, bien plantado, moderno y miembro de Brighton 64, protagonistas absolutos -junto a Jam y Who- en el artwork decorativo de nuestra carpeta del instituto a los 14 años, Ricky simbolizaba en la Barcelona de 1985 algo parecido a un "mod god". Con esos peinados rotundos y excesivos, sus pantalones impúdicamentente cortos -podríamos aventurar que Ricky es el culpable de que en los mid-80's los mods llevaran los pantalones enseñando 15cm de calcetín- y los discos maravillosos de su grupo, Ricky Gil simbolizaba bastantes de las cosas que no te importaría ser a los dieciséis. Ricky, por supuesto, fue uno de los mods pioneros de la ciudad, y por ello le hemos traido aquí . Y para colmo es una persona benigna. Te saludamos, Ricky)
1 de febr. 2011
Coleccionistas #24: Alberto Valle
¿Cuál fue el primer disco que compraste y a qué edad?
El primer disco de vinilo fue la BSO de Quadrophenia, a los 13 años. Para entonces ya había amasado toneladas de cintas de los Who. Mi primer CD creo que fue un Best Of de Humble Pie pillado por 200 lúas en el Simago debajo de casa, también a los 13 años.
¿Cuál ha sido el último?
En single: por fin, el "Cha-Cha Twist" de Brice Coefield en Madison Rds. En elepé: la versión de-luxe con temas inéditos del Let’s Get it On de Marvin Gaye y un elepé con grabaciones del 46 de Dizzy Gillespie. En EP, los de Negativos y Brighton en Studio 54.
¿Qué estás coleccionando en estos momentos?
Fundamentalmente, más que coleccionar, lo que hago es acumular morralla de 50s / 60s R&B y 60s Soul y algo de Jazz (básicamente Hard Bop). Ni mucho menos son los únicos estilos que me gustan, pero no hay dinero, tiempo y espacio para todo y así tengo un poco arrinconados otros géneros como 70s-80s Soul, Psych Beat & Acid Rock, Funk, Latin, Brazil & Boogaloo y Power Pop y Punk.
¿Cuál es tu hallazgo más precioso? ¿Qué disco consideras la joya de tu colección?
No me decantaría por uno u otro, la verdad. Hay discos que me hace mucha ilusión tener porque los deseé durante mucho tiempo y logré hacerme con una copia barata (o más barata de lo que se ven por ahí), y hay discos que –directamente- no es que sean especialmente caros, pero a cuyo lado he pasado mucho, mucho tiempo y muchas cosas, y les tengo un cariño especial. Son muchos, en todo caso.
¿Artwork y portadas favoritas?
En este sentido, creo que la tripleta Prestige-Impulse-Blue Note se lleva el gato al agua. También me encanta el artwork de Motown en los 60. De todos modos desde los 50 hasta el Punk creo que hay muchísima cosa remarcable (portadas, galletas, Company sleeves…) y listar todo lo que me gusta sería a decir poco plomizo.
¿Cómo tienes ordenada tu colección?
Por estilos y en orden alfabético, los elepés. Por estilo en cajas, los singles. Los 10” son poquitos y no requieren ningún orden. Los posavasos no los considero discos. Y los K7s son poquísimos y casi todo maquetas de grupos mod /60s de los 80 y 90.
¿Sabes cuántos discos tienes?
Bufff no, no los he contado nunca. Sí que cuando me mudé, para volverlos a ordenar todos, me tiré cerca de 6 horas.
¿Cuentas CDs?
No, están a la misma altura de las cintas vírgenes cuando todos hacíamos uso de ellas. Útiles a veces (sobre todo en el coche), feos y más bien anecdóticos. Me jode que cosas como el 1º de Loved Ones, el 1º de Bart Davenport en solitario o cosas de indie Soul de ahora no haya otra manera de tenerlas si no es en posavasos.
¿Cuál es/era tu tienda de discos favorita?
Suelo pasar por Daily y las colecciones de Soul y Funk que están trayendo últimamente han incrementado mi nivel de visitas. De hecho, Daily y Discos Juandó son las únicas tiendas a las que acudo regularmente en busca de discos, junto con la casa de Edu. Por lo demás, como buen barcelonés, me he pasado la juventud removiendo cubetas en Edison’s, Wah-Wah y Revolver como si no hubiera habido un mañana. Hoy en día confieso que el grueso de mis adquisiciones las realizo a través de la red.
Cuéntanos el episodio más memorable de tus días de cazador de discos (un timo, un error, un triunfo, un encuentro, un robo, una conversación...)
Anécdotas las hay a patadas, pero es que soy de contarlas en la barra de un bar delante de unas birras. Normalmente soy un tío que suele irse por las ramas, y hablando se disimula mejor que escribiendo. Que una anécdota me dure tres quintos no impacta tanto como que me dure tres cuartillas.
¿Ha cambiado tu perspectiva del coleccionismo de discos desde la aparición de Ebay y la compra por Internet?
Completamente. Tienes acceso a una cantidad de discos que, de otra manera, no tendrías… o ni siquiera conocerías. Sinceramente, es probable que si yo fuera inglés o yanqui me habría puteado a saco, porque eBay significa subir el precio de cosas relativamente fáciles de encontrar debajo de casa, y poner al alcance de millones de personas discos que antes sólo estaban al alcance de pocos miles, centenares o incluso decenas de anoraks enfermos como uno. Pero yo ya sé que por mucho que me llene de mierda los dedos en las cubetas del Mercat de Sant Antoni o de cualquier tienda de por aquí, difícilmente me saldrá un single de R&B de King o Bethlehem. Y, por barato y obvio que sea, ese disco sé que me lo tendré que ir a buscar fuera. Desde luego, la llegada de eBay y sucedáneos creo que ha alterado la percepción de todo el mundo que, de alguna manera u otra, colecciona cosas.
Además (y perdón si me alargo con la respuesta), celebro el advenimiento de este tipo de tecnologías y canales para conseguir discos, ni que sea por ver el final del monopolio del tendero de discos as we knew it. Sanseacabó pagar morteradas innecesarias y aguantar vaciles de según qué tenderos, cuya relación era la de yonqui con mono galopante VS camello privo del menor escrúpulo.
¿Aireas tu colección? Es decir: ¿Pinchas discos o realizas una actividad didáctica similar?
Co-organizo el Boiler rhythm & soul club, a punto de cumplir 8 años de actividad, junto a Cristina Alonso y Jordi Duró. También estoy metido en la organización de un nuevo proyecto de mod club barcelonés, Le Clean Cut, con Albert Petit, Lluís Cardenal y Sara Ramos. Además, colaboro activamente con varios fanzines y alguna revista, actualizo el blog del Boiler y ando metido en un proyecto (siempre musical) que espero vea pronto la luz y del cual informaré puntualmente si tot va bé. También pincho aquí y allá, aunque confieso que cada vez menos, porque ya no me hace la misma ilusión meterme en cualquier bareto a pinchar, ni me suelen compensar el esfuerzo los magros cachets pagados por ahí. De todos modos sí: sigo disfrutando cuando comparto, ni que sea por media horita, la música que me gusta con gente que la baila y goza en una pista de baile. Y si por ello tengo barra libre, más.
(La serie Coleccionistas de La Escuela Moderna fue interrumpida en el año 2009 tras 23 entregas, para dar paso a la serie Pioneros. Hoy la recuperamos en una segunda etapa que inaugura nuestro #24: Alberto Valle es el lechuguino señor que organiza todos estos clubs que menciona aquí arriba, especialmente –por acercarse a lo mítico- El Boiler Club. Signor Valle es un longevo modernista de la 5ª generación condal –estamos contando así, a ojo- y aquí somos incapaces de imaginarle en bata Lebowski y calcetines “Juanito”, así de lindo y pulcro va siempre. Su colección y gusto en disquetes también es memorable, como podrán comprobar si se acercan a alguno de sus eventos. Nos honra tenerle aquí hablando de canciones y colecciones)
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