22 d’abr. 2010
Rompepistas gana el V premio Mandarache 2010
Rompepistas, de Kiko Amat, se ha alzado vencedora del V Premio Mandarache de Cartagena del 2010. Lo singular y jaleable de este premio, que tiene una dotación económica de 3.000 Euros, es que lo votan 2000 jóvenes lectores, a voto por lector; un modelo novedoso y excitante de jurado que quizás esté llamado a sustituir al habitual sanedrín que vota los premios literarios convencionales. La entrega del premio Mandarache se realizará el viernes 14 de mayo en el Nuevo Teatro Circo de Cartagena.
17 d’abr. 2010
Actualizaciones a go-gó en Bendito Atraso
Un puñado de nuevos artículos ya disponibles en Bendito Atraso, la web de Kiko Amat. Incluyen: crítica de Media Vuelta de Vida de Carlos Peramo, la cantante de pop-protesta checa del 68 Marta Kubisová, los 25 años de Skatalà y una extensa entrevista con el autor Richard Price.
8 d’abr. 2010
Yo Fui #4: Tutti
¿Dónde estabas tú en el 77?
Musicalmente escuchando a los Beatles, Elvis, Dylan y Dr. Feelgood, ¡y odiando el rock sinfónico y el heavy!
Eres de los primeros rockers certificados en tu ciudad. ¿Cómo, cuándo y por qué entraste en contacto con tu subcultura? ¿Y a qué edad firmaste?
Bueno, digamos que soy de los últimos de los primeros. La primera vez que oí hablar de rockers (y de mods tambien), fue a los 13 años más o menos, leyendo un libro llamado Gamberros y teddy-boys (¡ahí mismo decidí que algún día quería ser una de las dos cosas!). Poco después, leyendo una biografía de la magnifica serie Los Juglares sobre Los Beatles conocí la estetica de cuero negro y a los pioneros como Chuck Berry, Little Richard o Gene Vincent. Empecé a ir con los rockers a los 19 años, en el 1979, gracias al amigo de un amigo que era rocker y nos llevó al Ascensor, uno de los lugares de reunión de rockers y teddy boys.
¿Formaste parte de algún otro culto antes del rocker, o fue éste tu primer amor?
No, empecé con los rockers.
¿Qué recuerdas del momento concreto en que pasaste a ser Uno de Ellos?
La verdad es que nunca me consideré uno de ellos “puro”, por decirlo de algún modo. Aunque me gustaban -y me gustan- el rock and roll clásico y la estética, había cosas (como las banderas sudistas, por ejemplo) que nunca fueron de mi gusto. Además, mi pasión de aquella época por el Mersey beat siempre hizo que muchos me miraran raro.
¿En qué situación recuerdas que se encontraba la cultura popular, o la cultura rock’n’roll, cuando tú te empezaste a sentir atraido por ella?
Eran tiempos agitados en todos los aspectos, hacia nada que había reventado “Cerillita”, (también conocido por Franco o “elmayorhijodeputadelahistoriadeestepaís”) y musicalmente estábamos en pleno apogeo del punk; o al menos lo estaban en Inglaterra y demás países civilizados. Aquí, en menor medida, también empezaba a verse algo de color, y punks y rockers se paseaban ya por las calles para pasmo de pijos, progres y gente normal.
¿Cuál era la reacción de la gente corriente a tu imagen? ¿Violencia, pitorreo, asombro, admiración...?
Generalmente de asombro y algo de miedo por parte de los adultos, desprecio por parte de los progres, y desprecio también y cierto pitorreo por parte de los pijos. Todo esto acostumbraba a degenerar en cierta violencia por nuestra parte (nada importante, los pijos siempre eran muy chulos hasta que se llevaban la primera bofetada, luego se “tranquilizaban”). Punto y aparte merecen los “quillos”; era la época de películas horroroso-ensalzadoras sobre “quinquis” como El Vaquilla, y cientos de chavales jugaban a ser marginados sociales (algunos “jugaban” con bastante mala hostia atracando viejas o robando a colegiales). Por suerte, descubrieron la heroína, y muchos dejaron de tocar las pelotas, (si, lo sé: es muy bestia eso que he dicho, ¡pero es que no los soporto!)
¿Existían, según lo recuerdas, enemistades entre las distintas bandas juveniles?
Desde luego no tanto como en otras ciudades como Madrid. Al principio aquí solo había rockers y punks, (los mods como grupo numeroso aparecieron mas tarde). Más que enemistad entre bandas, había cierto mal rollo entre algunos miembros de esas bandas. No te llevabas mal con todos los punks, sino con algunos y viceversa. De todos modos, como ya he dicho, yo era un elemento raro dentro de los rockers y pronto acabé con otros tipos raros, entre ellos Los Intocables de Loquillo, o Ringo y Navarro, que luego fueron de los primeros mods de la ciudad. No era raro vernos en sitios tan poco rockers como el estreno de Dios Salve a la Reina (rodeados de punks, que nos miraban asombrados).
¿Se diferenciaba mucho el ambiente rocker de extrarradio del urbano?
Pues no lo sé, no me movía por el extrarradio.
¿Cuándo y cómo recuerdas empezar a sentirte acompañado? Es decir: ¿Cuándo empezaron a afiliarse nuevos miembros a tu club? ¿Quiénes eran?
Bastante pronto. Al poco de empezar a ir al Ascensor, dejé a mis amigos “normales” y empecé a moverme con otro amigo que también había sido abducido por el lado oscuro y se había hecho rocker; se llamaba Spider, y es aún hoy como mi hermano. Con él nos pateamos los primeros conciertos y conocimos a gente como los ya nombrados Ringo y Navarro, o Gerry. Este último iba al mismo instituto de Teo Serrano, bajista de Los Intocables de Loquillo, y nos hicimos buenos amigos de ambos. Alguno de los nombrados, como Spider, Navarro o el propio Loquillo, siguen siendo buenos amigos míos.
¿Puedes definirnos tu look en tu época de rocker primerizo?
Muy al principio, tupé, ¡cómo no!, chupa de “polipiel”, (pronto sustituida por una de piel autentica, no era cuestión que te llamaran “plástico”), tejanos, camisas a cuadros y bambas en verano, o botas y botines en invierno. Los rockers no llevaban botines, pero ya he dicho que yo era (y soy) un fan del Mersey beat y los Beatles, y los botines eran mi calzado favorito. ¡Y lo sigue siendo!
¿Cuáles eran tus pasiones entonces? ¿Qué discos te chiflaban?
Lógicamente los clásicos, especialmente Gene Vincent, Buddy Holly y Eddie Cochran, entre los que escuchaban los rockers. Además Mersey beat, y por supuesto mis adorados Beatles. Con la llegada de Los Intocables a mi circulo de amistades, la cosa se amplió a cosas como Johnny Thunders, los Sex Pistols, Cramps o Ramones, cosas muy poco rockers (o al menos eso pensaba el sector “auténtico”, para los cuales hasta los Stray Cats eran demasiado punks)
¿Bailabais?
A mi manera, que diría Frank Sinatra, jajajaja.
¿Había muchas chicas, o lo recuerdas como un entorno más bien masculino?
NO. Aunque años mas tarde, cuando empecé a moverme por le ambiente sixties y mod, ¡la cosa era aún peor! Las chicas se contaban con los dedos de UNA mano.
¿Todavía te sientes rocker? Si la respuesta es no: ¿Por qué te distanciaste de tu subcultura?
Ya he dicho que nunca me sentí un rocker puro, o al menos no lo que la gente entendía como tal. Llegó un momento en que decía que era un “Psico mocker punkadélico”. En el fondo, soy un fan de los Beatles capaz de llevar con gusto cualquiera de sus estéticas, desde chupa de cuero de Hamburgo hasta camisas floreadas de Sgt.Pepper... Me distancié de los rockers más puristas por cerrados musicalmente, y por cierto tufillo facha y racista (más por imagen que por ideas, estoy seguro), cosa totalmente estúpida si consideramos que el rock and roll estaba considerado por sus detractores en los 50's como ¡música de negros! Ahora no me considero rocker, por supuesto, aunque no reniego de ello y me sigue gustando el rock and roll mas clásico y la estética de cuero negro, por ejemplo.
¿Qué piensas de las generaciones que han continuado la tradición en las décadas posteriores? Bien en general, son tan monos... Jajajaja. No, en serio, me parece fantástico y además eso de que alguno te mire como si fueras alguien importante sólo porque estabas al principio... ¡¡Mola!! (¡¡Baja, Modesto!!).
(Tutti, alias Tutti -nadie debe haberle llamado nunca por su nombre real y nosotros, desde luego, no le conocemos otro- es uno de los pilares sobre los que se edificó el rock'n'roll en Barcelona, y uno de los primeros fans apasionados del sonido 50's y su pareja subcultura. Abierto de mente, entusiasta y guasón, y siempre dispuesto a culturizar al recién llegado y al pie tierno (con su veterano programa de radio, Perdidos en el Espacio, su web-zine La Secta Violeta, o en el pasado colaborando con el mítico fanzine Ansia de Color) Tutti es un insustituible pionero de Todas Las Cosas Que Molan en Esta Ciudad. A título personal, Tutti fue el primer avistamiento psicodélico -de carne y hueso, las fotos de Los Negativos de la pared no cuentan- que tuvimos en La Escuela Moderna, en 1986 y a la tierna edad de 15 años, delante del Palau Robert. Como si lo estuviéramos viendo ahora mismo: Chelsea Boots, camisa de paramecios, tejana negra, drainpipes, peinado Brian Jones... Una de esas imagenes que no se borran jamás y que marcan todo lo que uno termina siendo. ¿Cómo no homenajearle aquí? Chin chin, Tutti)
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